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la sexualidad en el tantra (Parte III)

La sexualidad en el tantra (Parte III)
EL TANTRA Y SUS RITOS CENTRALES: CHAKRA PUJA

   Existen diversos caminos para acceder a la Última Realidad de Todo. Son, prácticamente, innumerables: la ascesis, la contemplación, la vía del poder, la del discernimiento, de la acción consciente y desinteresada, la del amor y la devoción, la de los psicodélicos, la del rito y lo mistérico, la del trance místico, de la danza y la música, de la sexualidad sacralizada.

  Con respecto a la vía sexual, el buscador puede adoptar diversas actitudes: la completa renuncia, llevar una vida sexual estándar o transformar toda esa energía al servicio de la realidad superior, aprovechar la relación sexual como medio de elevación. La ceremonia sexual sacra tiende a homologar la cópula cósmica y conseguir a través de ello una cosmización y una reintegración de los opuestos. Entre ellos, mencionamos la ceremonia del Chakra Puja y la de Maithuna.

Chakra Puja y los cinco makaras

  La Chakra Puja o ascesis de dieciséis, la adoración en círculo es, junto a los cinco makaras, el rito esencial del Tantra. De una impresionante densidad simbólica y concreta resume lo esencial del culto y el pensamiento tántricos.

  Esta ceremonia se celebra en un lugar secreto (un templo abandonado, una caverna en la montaña, un lugar aislado de un bosque, la casa de un adepto), la noche propicia; allí, 8 varones y 8 mujeres se reúnen (la práctica grupal busca suspender la identificación con el ego y participa de un lazo sutil que se establece entre los participantes que es el del goce común, integrándose a la supra-mente).

  A veces, se sacrifica un animal antes de comenzar y su sangre es derramada sobre el yantra dibujado. Este animal ha sido largamente preparado e incluso se le dice un mantra salvador al oído antes de matarlo.

   A la entrada, los adoradores toman al azar una vestimenta o una joya de una caja; su propietaria será su compañera en el rito, método este usado para superar la relación hombre-mujer. Antes de comenzar la ceremonia, las parejas nacidas al azar son casadas. Este matrimonio puede ser de dos clases: uno dura solamente el tiempo de duración de la ceremonia y otro dura toda la vida.

  El adepto pide a los otros que autoricen ese matrimonio Shambu (otro nombre de Shiva), la mujer lo acepta como esposo, presentándole flores y arroz descascarado y él pone sus manos sobre las de ella. A continuación, la pareja pronuncia el mantra secreto mientras es rociada con agua perfumada por el acharya (gurú) que dirige la puja; luego los tántricos los bendicen. Esto se repite con cada pareja participante

  Luego, ritualmente, dispuestos en círculo, beberán juntos vino (madya), comerán carne (mamsa), pescado (matsya) y cereales (mudra), tras la traza, por parte del adorador, de un diagrama y la repetición de las oraciones. En este ágape colectivo de consumo de los cinco makaras, se sacralizan y cosmizan esas sustancias usadas (que implican los dos poderes últimos: quitar la vida y perpetuarla).

El adepto medita acerca de ella en cuanto Prakriti  (naturaleza) y sobre sí mismo, identificándose con el Dios.

  Luego ofrece plegarias y procede a la inspiración de cada miembro con la imagen de una diosa o grupo de divinidades. Adora cada parte de su compañera y, por medio de los encantamientos, aloja un hada en cada parte de su cuerpo y de sus miembros, incluido su yoni. Entonces le ofrece la carne, el pescado y el vino; la hace comer y beber y luego él come lo que ella ha dejado. Tras esto, la desviste y se desviste él también. Recomienza a adorar cada parte de su cuerpo y, finalmente, adora a su  â€œcírculo de fuego”, o sea su yoni, con lenguaje reverente pero con gestos impúdicos y, luego, se une a ella.  

  Al comienzo, la unión se hace en inmovilidad; sólo está autorizado el lenguaje secreto. Se exige de todos los Shivas el control de la eyaculación. Luego, se permiten los movimientos y se acepta sin restricción el orgasmo de las Shaktis pero a condición de no provocar la eyaculación en los Shivas. Estos orgasmos se sentirán cada vez más cerca en todo el círculo, subiendo cada vez más la tensión sexual y provocando reacciones en cadena en el grupo.

  Cuando llega el momento propicio, a una señal del oficiante o bien imitando su ejemplo si él se une a su shakti en el centro, las Shaktis se acuestan de espaldas, con la cabeza hacia el centro y las piernas dobladas. Cada Shiva pone sus piernas estiradas bajo las rodillas de Shakti, tomando así la posición en X; colocando cada uno las manos en las piernas del otro, creando así un punto de intercambio. Todavía no hay contacto genital; hasta que Shakti se desliza progresivamente hacia Shiva y la parte alta del lingam erecto se coloca en sentido longitudinal contra la vulva. No hay todavía penetración.

  Aunque el ritual varía de una región a otra, los elementos esenciales se conservan: el círculo, el centro del círculo (donde hay una pareja sentada uno al lado del otro), la azarosa formación de parejas, el maithuna y la identidad de cada adepto con la Shakti o el Shiva cósmicos. En el círculo mágico, las parejas se disuelven durante la duración de la puja.  

  Cabe también aclarar el simbolismo de los 5 makaras: comiendo mudra (grano) el hombre retorna a la Tierra Madre; comiendo pescado, el tántrico se une simbólicamente al elemento agua, fuente de vida; comiendo carne, el adepto se une a todo lo que vive en el aire, la vida animal; el vino es el elemento fuego.

Linga y Yoni

  Linga significa signo; el signo que permite conocer la naturaleza última de las cosas. El lingam es el símbolo más común de India, aceptado por los tántricos de la Vía Derecha o de la Vía Izquierda. Habitualmente es asociado al órgano sexual masculino y Shiva está representado por él.

Para el Tantra, el lingam, es el conjunto formado por el órgano masculino engastado en el sexo femenino (conocido como yoni) y no solamente el falo.

  El culto al lingam, en India, se remonta a la prehistoria, a los antiguos ritos sexuales de la fecundidad, al culto a la Gran Diosa. Este culto pre-ario conserva, aún hoy, su fervor original.

  Habitualmente los lingam son de piedra (excepto los de arcilla que son arrojados al Ganges) y de color negro porque los drávidas, quienes originalmente practicaban este culto, eran de piel oscura.

La ceremonia de adoración del lingam o Linga Puja

  En esta ceremonia de adoración al lingam, aquel que es el oficiante acaricia uno de piedra pulida, lo adorna con guirnaldas y traza con él, untado con pasta de sándalo amarillo, los signos rituales y simbólicos. Durante toda la celebración, el oficiante y los participantes cantan a coro, durante horas, OM NAMAH SHIVAYAH, arrojando al mismo tiempo flores y pétalos de flores sobre el lingam que queda casi cubierto con ellos.

   En el momento culminante, el oficiante vierte sobre el lingam un líquido blanco viscoso, hecho de leche y miel  que corre lentamente por la piedra y se derrama en el arghya, para ser luego repartido entre los participantes, que lo beben con devoción. En ese instante, Shiva está presente en el lingam.

  Para el tántrico, la eyaculación es el momento procreador por excelencia, cuando la energía femenina se apodera del esperma para suscitar una nueva vida. Todo acto creador va acompañado de goce y la creación resulta de una unión cósmica permanente que proseguirá hasta el final de los tiempos.

En estos ritos sexuales, todo se organiza para despertar el deseo, crear situaciones eróticas de mucha intensidad para acceder a la felicidad, al éxtasis por unión concreta ritualizada, sacralizada.

  El Universo proviene de la relación de un yoni con un lingam; todo lleva su marca. Es la divinidad que, bajo la forma de falos individuales, penetra en cada matriz y procrea así a todos los seres. La potencia creadora humana reside en el sexo. Adorar al lingam trae placer (bhukti) y liberación (mukti).

  El lingam está representado por una piedra ovoide, o una piedra ovoide dentro de una con una cavidad que la contiene o monolitos.

Tantra y Yoga

  El Tantra yoga es un método de conocimiento de sí y del universo. Por su nombre nos referimos al Yoga de Kundalini: es el aspecto de la Devi- la Deidad con aspecto femenino- en forma de serpiente enrollada en torno al lingam que reside en el chakra genital, falo que es el eje del propio mundo interno o mandala personal.

  Su vía es el trabajo con energías sutiles del ser humano y del mundo. Esto implica el uso de los recursos del cuerpo, de la respiración y de los procesos de la mente para adquirir dominio pleno sobre las energías relacionadas con la Vida.

  El tantra y el yoga no se oponen porque el yogui, como ya dijimos, busca el gozo mayor: Ananda. El Tantra Yoga busca elevar a Kundalini, la Shakti, la Libido, en el individuo. Esta energía que se pone en juego, cuya exteriorización impulsa al ser humano a su supervivencia, a la de su especie y a su vivencia espiritual, es reorientada con el trabajo del Tantra Yoga, para armonizar la circulación interna, su distribución por los chakras y para la apertura de la Vía Secreta de circulación de energía que permite el acceso a estados diferentes de conciencia ampliada y a un mayor flujo de energía.

  Así, en el camino del control, encontramos elementos que luego serán fundamentales en rituales tan importantes como el de Maithuna, como por ejemplo, el control del semen; el control de la respiración y el respirar al ritmo del otro en esta ocasión, están las diversas posturas que forman parte de la ejecución del mismo rito que trataremos más adelante; también la utilización de yantras en otros rituales como el Chakra Puja.

El tantrismo no es sólo ascetismo ni hedonismo; valora el placer, considerando que implica mucho más que sexo pues implica la sabiduría.

*Nota del Dr. Sapetti: se ha tomado como base una recopilación de material bibliográfico relativo al tema, con sus textos incluidos, de Lía Rodríguez de la Vega, a quien se le agradece el rico material, que se irá publicando en partes, debido a su extensión.

Si desea conocer más acerca de este tema, puede consultar la siguiente bibliografía:

- Van Lysebeth, André; Tantra, el culto de lo Femenino, Editorial Urano, Barcelona, 1990.

- Calle, Ramiro A.; Tantra. La vía secreta del amor y la erótica mística, Editorial Sirio, Málaga, 1986.

- Varenne, Jean; El Tantrismo o la sexualidad sagrada, Editorial Kairós, Barcelona, 1985.

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