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LOS ARTISTAS Y LAS PROSTITUTAS (parte I )

LOS ARTISTAS Y LAS PROSTITUTAS (Parte I)

“He pagao con oro tus carnes morenas
No maldigas, paya, que estamos en paz…

Bien pagá
Si tú eres la bien pagá
Porque tus besos compré
Y a mí te supiste dar
Por un puñao de parné…

Bien pagá fuiste, mujer”

 

La bien pagá (canción española de R. Perelló y J. Mostazo)

(Nota: pagá= pagada; pagao= pagado; puñao= puñado; parné= dinero)

La figura de la prostituta (o de la cortesana) ha fascinado a muchos artistas, a la que inmortalizaron en sus obras. En muchos de estos casos, mezcla de ficción y realidad, eran mujeres que se consideraban libres y enfrentaban al poder machista y patriarcal, pagando bien cara su osadía.
La lista de los artistas ausentes en este trabajo sería interminable: recordemos a quienes, con diatribas o alabanzas, aludieron a las putas, cortesanas, rameras o colipoterras: entre otros a Picasso, Berni, J. P. Sartre, John Ford (tanto el escritor isabelino como el director de cine norteamericano), Bob Fosse en “Sweet Charity” y “Chicago”, Maupassant, Roberto Arlt, Vargas Llosa, Jack Kerouac. No podemos dejar de mencionar los novelones del Abate Prévost –“Manón Lescaut”-, llevada a la ópera de la mano de Massenet y de Puccini; de P. Merimée –“Carmen”- hecha ópera por Bizet, y de Alexandre Dumas -“La dama de las camelias”- convertida en “La Traviata” por G. Verdi.


Veamos aquí lo que dijeron algunos creadores:

 
 
WALT WHITMAN


“A una prostituta cualquiera”

“Serénate, no estés incómoda conmigo -, yo soy Walt Whitman,
generoso y lleno de vida como la Naturaleza,
Mientras el sol no te rechace, no te rechazaré,
Mientras las aguas no se nieguen a brillar para ti y las hojas a
susurrar para ti, mis palabras no dejarán de brillar y de susurrar
para ti.
Mi niña yo te cito y te pido que te prepares para ser digna de
encontrarte conmigo,
Y te pido que seas paciente y perfecta hasta que yo venga.
Hasta entonces te saludo con una mirada expresiva para que no me
olvides”.

 
BOB DYLAN
“Como una mujer” (canción)
“Nadie siente pena alguna
Esta noche, mientras estoy bajo la lluvia
Todo el mundo sabe
Que Baby tiene vestidos nuevos
Pero últimamente veo que sus cintas y sus lazos
Han caído de sus rizos
Ella aguanta como una mujer, de verdad
Hace el amor como una mujer, de verdad
Y le duelen las cosas como a una mujer
Pero se quiebra como una niña.
La Reina Mary es mi amiga
Sí, creo que iré a verla otra vez
Nadie tiene que adivinar
Que Baby no puede ser bendecida
Hasta que no se dé cuenta de que es
como todas las demás.
Con su confusión, su anfetamina y sus perlas.
…
Nos presentaremos como amigos
Por favor, no finjas que me conociste cuando
Estaba hambriento y era tu mundo.
Ah, tú mientes como una mujer, de verdad
Haces el amor como una mujer, de verdad
Entonces te duelen las cosas como a una mujer
Pero te quiebras como una niña”.

 
CHARLES BUKOWSKI: Un denodado machista
“Chicas tranquilas y limpias con lindos vestidos”
“Todas las que he conocido son putas, ex-putas
locas.
Veo hombres con mujeres
tranquilas, amables -los veo en los supermercados
los veo caminando por la calle juntos,
los veo en sus departamentos: gente en
paz, viviendo juntos.
Sé que su paz
sólo es parcial pero hay
paz, a menudo horas y días de paz
todas las que he conocido son adictas a las píldoras,
alcohólicas, putas, ex-putas, locas.
Cuando una se va
llega otra
peor que la anterior.
...‘no traigan más una puta por acá’, les digo a
mis pocos amigos, ‘me voy a enamorar de ella’
‘no podrías estar con una buena mujer, Bukowski’.
Necesito una buena mujer
más de lo que necesito esta máquina de escribir, más
de lo que necesito mi auto, más de lo que necesito
a Mozart. Necesito tanto una buena mujer que
puedo saborearla en el aire, puedo sentirla
en la punta de mis dedos, puedo ver veredas construidas
para que sus pies caminen,
puedo ver almohadas para su cabeza,
puedo sentir mi risa que espera,
puedo verla acariciando un gato
puedo verla durmiendo,
puedo ver sus pantuflas en el piso.
Sé que existe
pero ¿dónde está ella en esta tierra
mientras las putas continúan llegando?”.
 
WILLIAM SHAKESPEARE: la misantropía de “Timón de Atenas” (acto 4, escena 3)
En estas líneas que siguen podemos entrever una etapa un tanto amarga y pesimista en la vida del genio de Avon. Es la célebre alocución de Timón a las prostitutas para que contagien de sífilis a cuantos puedan, y para que derroten “la fuente de toda erección”:
“Siembren la putrefacción en los huesos huecos de los hombres, golpeen sus afiladas tibias y echen a perder sus matrimonios. Que las voces de los hombres de leyes e quiebren y no puedan decir más falsedades y que sus sofismas hagan ruido en los oídos del pueblo; que encanezca el sacerdote que predica contra el placer de la carne y no cree en sus propias palabras, carcómanle el tabique de la nariz y que ésta desaparezca…que los temerarios bravucones de la guerra reciban algún daño de ustedes, inféctenlos a todos, de modo tal que esta acción derrote y elimine la fuente de toda erección. Aquí tienen más oro, condenen a todos y que el oro las condene a ustedes”.

 


JOHANN W. GOETHE: impiedad y desmesura - Fausto (Primera parte, escena XIX).

El genio alemán tampoco se las traía livianas a la hora de fustigarlas, como lo hace por la boca del hermano de la infausta Margarita:

“Pero yo sólo te digo, en confianza, que eres una prostituta, así como suena.
…Empezaste a escondidas con uno solo; luego van viniendo otros a su vez, y cuando seas ya de una docena, entonces serás también de toda la ciudad. Cuando la deshonra acaba de nacer no se la saca al mundo sino envuelta en el misterio, surge secretamente, y se tiende sobre su cabeza y sus orejas el velo de la noche. Sí, de buena gana la ahogarían.
…En verdad, veo ya llegar el día en que todas las personas honradas se apartarán de ti, ramera, como de un cadáver infecto. El corazón desfallecerá en tu cuerpo cuando te miren a los ojos. No llevarás ya cadenillas de oro, ni en la iglesia te pondrás cerca del altar, ni tampoco irás a divertirte en el baile luciendo un hermoso cuello de encaje. En un mísero rincón oscuro tendrás que ocultarte, confundida entre mendigos y lisiados, y aunque Dios te perdone, maldita serás en la Tierra”.

 

Nota: este artículo ha sido dividido en tres partes, y se completará en próximas entregas.