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diálogos con Aldous Huxley

Diálogo retrofuturista con Aldous Huxley (1894-1963)
Una colaboración de la licenciada Liliana Vazquez (Bs. As, 2002)
Intentando lo imposible, MAGRITTELiliana Vazquez: Buenas noches, Mr. Huxley, Ud. habla en su obra de un mundo planificado hasta sus últimas consecuencias por la técnica más sofisticada y cuya regulación y control social comienzan en el mismo momento de la concepción de la vida.
Aldous Huxley: Es cierto: una depurada técnica de fecundación in vitro ha eliminado ni más ni menos que la reproducción sexuada, ha liberado a la humanidad de una sexualidad sin el peso de la reproducción humana.
LV: Veo que es casi un científico, ¡está hablando de la clonación humana!
AH: Llámelo como quiera. También veremos que las instancias del poder crearán un proceso de condicionamiento selectivo, planificado desde la concepción, que permite, por medio de lo que llamo una educación biológica aplicada sobre el embrión, manipular a cada individuo destinándolo a su adecuado lugar en la jerarquía social.
LV: ¡Qué duro, Mr. Huxley!
AH: Y falta más aún. Las grandes corporaciones propondrán la tercera etapa de este trípode, donde se asienta el mundo feliz, es un sistema de eugenesia "a prueba de tontos y de inútiles" que les permite a ellos estandarizar el producto final.
LV: Esta regulación de la cual habla, Mr. Huxley, repartida en estos tres puntos fundamentales que ha mencionado, necesita un cuarto fundamento, que es decisivo para el sostenimiento del mundo feliz. Un mundo reordenado por la ciencia y la técnica, por la aplicación material del saber y basado en un perfecto control de los destinos sociales, requiere sin embargo de una sustancia.
AH: Querida Liliana, veo que me ha comprendido muy bien. Esa sustancia debe ser sustitutiva del alcohol y los demás narcóticos, algo que sea al mismo tiempo menos dañina y más placentera que la ginebra o la heroína. Este mundo feliz, creado por la manipulación absoluta del Amo, no deja de fundarse y sostenerse por el equilibrio que tiene que aportar una sustancia. Una droga que, eufórica, narcótica y agradablemente alucinante, tendría todas las ventajas del cristianismo y del alcohol, pero ninguno de sus inconvenientes.
LV: ¿Es lo que Ud. llama el "soma"?
AH: Efectivamente. En la actualidad el progreso es tal que todos trabajan, todos cooperan, nadie tiene tiempo, ni ocios que no puedan llenar con placer y si, por desgracia, se abriera alguna rendija en la sólida sustancia de sus distracciones, siempre queda esa droga deliciosa: medio gramo para una tarde de asueto, un gramo para un fin de semana, dos para una oscura eternidad y se vuelve cuando se sienten ya al otro lado de la grieta, a salvo en tierra firme. A esta droga perfecta la he llamado "soma".
LV: Se interesó mucho por las drogas, el misticismo y la parapsicología...
AH: En "Las puertas de la percepción" (1954) y su continuación, "Cielo e infierno" (1956), trato de mis experiencias con drogas alucinógenas.
LV: Justamente el grupo de rock, "The Doors", tomó el nombre de su obra.
AH: No llegué a conocerlos. Una pregunta, antes de irme. ¿Es cierto que mi novela "Un mundo feliz", que publiqué en 1932, se ha convertido en una obra de culto, de gran actualidad? ¿Lo que yo pensé en esos años hoy es casi una triste realidad?
LV: Su libro es el ejemplo de un mundo fuera del tiempo, el planteo muestra lo que hoy podríamos suponer, como uno de los futuros posibles y no una utopía como lo era en el momento de ser escrito.
AH: Ojalá que la gente me siga leyendo, ¡qué cosa más linda saber que años después alguien disfruta de mis palabras! Adiós, gracias por invitarme. Adiós.
BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA
Huxley, Aldous Leonard (1894-1963), novelista, ensayista, crítico y poeta inglés, nieto de Thomas y hermano de Julian. Nació en Godalming, Surrey, y estudió en las universidades de Eton y de Oxford. Trabajó en varios periódicos y publicó cuatro libros de poesía antes de la aparición de su primera novela, Los escándalos de Crome (1921). Las novelas Heno antiguo (1923) y Contrapunto (1928), que ilustran el clima nihilista de la década de 1920, y Un mundo feliz (1932), una visión deshumanizada y utópica del futuro, le hicieron famoso. Durante gran parte de esta época vivió en Italia y Francia. En 1937 emigró a Estados Unidos. Entre sus más de 45 libros se destacan los ensayos: Un Pilatos burlón (1926), Mañana y mañana y mañana (1956), Nueva visita a un mundo feliz (1958) y Literatura y ciencia (1963). Otras novelas son: Ciego en Gaza (1936), Viejo muere el cisne (1939), Mono y esencia (1948) y La isla (1962). Huxley también escribió crítica científica, filosófica y social, con obras importantes como El arte de ver (1932), La filosofía perenne (1946) y Los demonios de Loudun (1952), de la cual muchos recordarán la versión cinematográfica de Ken Russell (con Oliver Reed y Vanessa Redgrave).